Usted está en:

Bodas y eventos memorables en el primer beach resort de Colombia

La versatilidad del hotel Sofitel Barú Calablanca Beach Resort garantiza los mejores eventos, en una época en que la industria de reuniones privilegia las experiencias presenciales con el distanciamiento mínimo debido

Situado a 47 kilómetros de Cartagena en la isla Barú, a donde puede llegarse por vía marítima o terrestre -un puente la une a tierra-, el hotel Calablanca combina el lujo con el medio ambiente, y a partir de esta mezcla única ofrece una enorme lista de posibilidades para realizar eventos de diferente clase.

Desde la apertura, en diciembre del año pasado, se han hecho varias grabaciones cinematográficas en este hotel y sus alrededores exuberantes de naturaleza; donde se celebraron ya algunas de las más exquisitas bodas del Caribe colombiano.

Íngrid Velásquez, directora de Mercadeo del Sofitel Calablanca, asegura que el hotel presenta una oferta sin igual para la realización de bodas de destino. “Somos el primer resort de lujo en playa de Colombia, condición que nos ubica en una posición privilegiada para las bodas de destino”, dice.

El centro de convenciones del hotel ocupa más de 930 metros cuadrados, segmentados en seis salones con una capacidad de hasta 450 personas. Tiene además como proveedor a Magix, empresa reconocida internacionalmente por su capacidad de organizar la producción de eventos presenciales, híbridos y virtuales.                 

Los parajes cercanos satisfacen también los requisitos para organizar eventos empresariales, convenciones y viajes de incentivos.                 

La condición de “hermano” del Sofitel Santa Clara, de Cartagena, representa la oportunidad de organizar “eventos compartidos”, es decir, que en “el Santa Clara se hace la boda o el congreso, y puede programarse un día de playa en el Calablanca”. O viceversa: el evento en el Calablanca, y antes o después el recorrido por la ciudad, afirmó Velásquez.

“Estos paquetes son posibles porque manejamos tarifas similares, tenemos estándares iguales de servicio y los contratos con nuestros clientes tienen las mismas cláusulas”, detalla.

Un aspecto clave del hotel es su compenetración con las comunidades y el medio ambiente, para llevarles los máximos beneficios posibles.

Este compromiso favorece al viajero, sobre todo al de incentivos, que tiene a su disposición 25 experiencias de interacción con el medio ambiente, muchas de ellas bajo la guía de los lugareños. Entre ellas figuranvisitar el plancton nocturno, sembrar mangles o participar en un taller de turbantes.  

Propiedad de la marca Sofitel, que pertenece a su vez a la cadena Accor, el Calablanca tiene un diseño inspirado en los más altos estándares del lujo, y al mismo tiempo se mimetiza en la naturaleza, gracias a sus materiales de construcción, como granito, madera y piedra cala.

La certificación LEED (sigla en inglés de Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) aumenta el valor del hotel, pues cada vez más clientes locales e internacionales exigen este aval desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde, de Estados Unidos. De manera que la iluminación y los otros servicios de energía tienen un manejo inteligente, siempre tomando en cuenta el bienestar tanto del huésped como de las comunidades.

 

Son estas algunas de las características del único hotel resort de lujo de playa de Colombia, con todas las ventajas para realizar bodas y eventos inolvidables.